viernes, 24 de julio de 2015

Cuando Dios Habla

Las palabras de Dios                                                                           

Enrique Bremer       
Génesis 1 nos presenta el cuadro de Dios creando todo de la nada; con Su Palabra. De la boca de Dios salió el universo; cuando Él dijo, fue hecho. Cuando Dios habla cosas suceden, por lo tanto, lo más importante es oír a Dios, y que esto defina todo lo que nosotros somos.
La vida en Cristo se enfoca en que nosotros nos conectemos con lo que Dios está haciendo. Jesús dijo: “De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente” (Juan 5:19). Es por esto la importancia de escuchar lo que Dios está diciendo.
Cuando el ángel le dice a María que va a concebir a Jesús, le menciona “porque no hay nada imposible para Dios” (Lucas: 1:38). En el contexto de estas palabras, esta frase da a entender que a cualquier cosa que Dios dice, no le falta poder para hacerse real. Cuando Dios habla, es como una semilla con poder adentro de ella que provoca que sucedan aquellas cosas que Dios está ordenando a través de Su palabra.
El seguir a Cristo no se trata de que Dios dé las leyes, y nosotros las sigamos, pues la carne se rebela contra la ley. Sino que cuando la Palabra penetra en nuestras vidas, produce sus efectos sola; es Él quien nos hace diferentes y nos hace nuevos.
Las palabras que salen de la boca de Dios son “verbos” que causan movimientos y cambios. Y Dios sigue hablando sobre nuestras vidas palabras de acción que cambian lo que somos, si nos exponemos a ellas. La clave del Nuevo Testamento no es “haz esto y vivirás”; la clave es “el que tiene oídos para oír, oiga”. En Hebreos 1 dice “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo”. 

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